miércoles, 29 de enero de 2014

POLITIQUERÍA

Politiquería o tiranía | Revista al Día

Los escritos de Velaides
Politiquería y tiranía son términos y definiciones totalmente contrarios a política y libertad y por ende prácticas distantemente opuestas las unas de las otras, las primeras desprendidas absolutamente de cualquier principio ético y moral con desconocimiento  
doloso de la dignidad humana y por supuesto del reconocimiento de los derechos humanos. Mientras la política es un quehacer ordenado al bien común, es el ejercicio del poder que busca un fin trascendente. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso injusto, abusivo y cruel del poder político.
Parece ser que el ejercicio de la democracia actualmente es utilizado de forma sagaz por quienes en nombre de ésta, desarrollan la diabólica politiquería para someter hedonísticamente mediante la tiranía a aquellas personas que de manera desprevenida o sometidos a la miseria y en estado de indefensión los legitiman en el poder político para que continúen abusivamente en el ejercicio de prácticas de esclavitud contemporánea en detrimento del interés social y en flagrante vulneración de los derechos fundamentales.
En nombre de la democracia estos personajes o politiqueros, convencidos de la amnesia colectiva, de la inexistencia de la solidaridad social, de la anestesia inyectada y de la mendicidad que han diseminado a lo largo y ancho de su carrera demagoga, sin vergüenza alguna, con cinismo acendrado y mala memoria, después de varias décadas en el poder, se presentan con las mismas promesas populistas como los salvadores de la condena o suplicio al que en el pasado como jueces divinos han impuesto a aquellos que antaño eran jóvenes con necesidad laboral y hoy viejos y con descendencia en la indigencia, sin mesada pensional y sin asistencia social.
Pareciera ser que estos personajes se escudan en una supuesta patente clínica de enfermos terminales  de Alzheimer o demencia senil y con descaro arraigado  prometen lo que durante décadas han usurpado: educación, salud, empleo, servicios públicos, pensión, menos impuestos, justicia, etc. Su enfermedad es tan crónica que hasta la foto en las vallas publicitarias es la  misma de hace más de veinte años, aparecen con la misma mueca de oreja a oreja para demostrar que le maman gallo a sus electores, sin importarles un comino algunas malas acciones del último periodo como: la fallida reforma a la justicia, la prima de más de siete millones de pesos que se embolsillaron sin chistar nada, la perjudicial reforma a la salud, el costoso impuesto predial, la privatización de la educación superior, el irrisorio aumento salarial, la reforma del SENA, la corrupción y su impunidad, etc.
Lo triste del asunto es que hoy vuelven los mismos con las mismas promesas, absolutamente convencidos que nuevamente serán reelegidos por sus leales y olvidados electores a quienes desde varias décadas atrás han sometido a la inequidad e indigencia social.
Rvelaidesj 25 01 2014