viernes, 12 de agosto de 2016

OSADÍA (POEMA)

Creyéndome un dechado de sabiduría

quise competir con Dios,

quien aceptando mi propuesta,

se distanció solo cinco pasos,

me dijo: 

podrás avanzar un paso hacia mí

siempre que me superes,

toma este libro

cuando lo hayas leído vuelve,

enceguecido en mi engreimiento

a las pocas horas regresé

y con voz desafiante, dije listo,

pero, El dulcemente me contestó

ahora sigue este. 

LO PÚBLICO

LO PÚBLICO ES DE LA NACIÓN

Lo público 
Un DERECHO de todos,

sin embargo: 
no puedes disfrutar de los lagos, lagunas, ríos
parques, bosques, mares, espacio aéreo...
porque se privatizaron, fueron usurpados
por una élite depredadora
vulnerando nuestros derechos.


No puedes transitar libremente por las vías

porque fueron usurpadas
por una élite opresora
vulnerando nuestros derechos


No puedes realizarte plenamente

porque la educación se mercantilizó 
al mejor postor de la misma élite y, la focalizaron en una minoría de apellido pilos
que sin saberlo excluyeron a la mayoría.

No le prestan atención en salud
porque la misma élite creo eps y clínicas de garaje

que solo practican autopsias 
y expiden certificados de defunción.


Seguros, que los jueces los absolverán

legitimando a los criminales de cuello blanco

y legalizando a impunidad,
te educan en la fachada de la democracia.





Eliges un congreso al que mantienes

que debe legislar para lo público porque es público
para preservar el derecho de todos, 
lo público.

Oh, Congresistas, diputados y concejales
que amparados en la palabra democracia 
agradecen su fidelidad y confianza
con nuevas reformas tributarias
sometiéndote a la pobreza

y seguros de tu alienación

en cuatro años nuevamente te abrazarán 

para prometerle a sus hijos

lo que ellos cercenaron en usted.


Increíble, que haya individuos tan pobres

que como dicen las señoras 

no tienen en donde caer muertos

y defienden


a sus opresores que conculcan 










sus sueños.  





          

jueves, 4 de agosto de 2016

ENAJENADO (POEMA)

Creyéndome libre
al desplegar mis alas,
y enajenada mi alma
y con incertidumbre 
el  viento traza su destino.
Autor: Ramón Velaides Jaimes

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