En un estado social de derecho, "como el nuestro", la información objetiva, oportuna e imparcial es un derecho de toda la población y es una obligación ética y moral de los medios de comunicación informar.
Al parecer los medios de comunicación, con mayor audiencia y tele-videntes se auto-censuraron o fueron censurados, manteniendo a la población inmersa en el el engaño y condenada al caos o convertida en una bomba de tiempo que podría estallar en cualquier momento; al paso que se vulnera el derecho de la población a mantenerse objetiva e imparcialmente informada.
Se han dedicado a manipular a la población con información amarilla y sesgada, alimentándola de insignificantes noticias como: los goles de..., el carnaval de ..., la salida del closet de ..., la visita de..., la encuesta de las mejores piernas, en fin un poco de pendejadas diseñadas milimétrica-mente para el olvido y la alienación de la población en todas sus dimensiones.
En resumidas cuentas aquí no pasa nada, los graves conflictos sociales como:
El paro cívico en Buenaventura en donde la clase dirigente se da el lujo de dilapidar miles de millones de pesos del erario público (sudor de todos) , en vez de resolver la asistencia social de la población, convertida en promesas populistas y demagógicas por una élite clientelista, corrupta y opresora, que tradicionalmente bajo la fachada de la democracia se postula como salvadora.
El paro cívico del Chocó parecido al anterior.
El paro del sector judicial.
El plan pistola o asesinatos de valiosos policías, que podemos esperar el resto de los habitantes que caminamos por estas calles cuando se asesina a quienes están instituidos legal y constitucionalmente para proteger nuestras vidas y honra.
El paro del Magisterio Colombiano, este último, que afecta a más de ocho millones de niños y jóvenes. O será que se quiere condenar al pueblo a su total ignorancia, arma certera para su postración y conversión miserable, cercenando su valor más sagrado, su dignidad. "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia. (Simón Bolívar).
Un pueblo sin educación está destinado al fracaso, está destinado a vivir miserablemente, agradeciendo y dando su vida por sus verdugos. Será acaso, que la educación sigue siendo privilegio de unos pocos.
Y como si nada sucediera, la corrupción culpable de estos males sigue sin tregua y rienda suelta haciendo de las suyas, al amparo de la legitimación e impunidad.
Y como aquí no sucede nada y para no sentir nuestro propio sufrimiento, entonces, se ocupan de los males menores o iguales de los vecinos, informando sesgada y calculadamente lo que sucede allá, pero, se desinforma y se calla acá. Ramón Velaides.