y te alienan sin consideración alguna
sometiéndote mediante falsas promesas
que como dogma te imponen
y crees un poco.
Luego, abusando cínicamente de tu fe
en nombre de la democracia
te arrojan a la miseria,
enajenado de tu voluntad,
con sentimiento de culpa
y envuelto en irracional fanatismo
crees aún más.
Ramón Velaides Jaimes