invocan al Creador
agradeciendo su miserable existencia
y sin darse cuenta
al Ser Supremo con sus oraciones profanan
y con ingenuo nacionalismo repiten democracia.
Dios y Democracia arte de mojigatos, desgracia de humildes
aquellos se ufanan de Hitler y de otros,
mientras estos proclaman su muerte
reflejada en sus iguales,
aunque acompañados de ella
no los abraza inmediatamente,
sin conciencia y fanatismo desmedido aclaman
a sus inmisericordes verdugos de almas turbulentas
que se aferran a sus posesiones,
que se aferran a sus posesiones,
habidas muchas veces
por su actuar turbio y abyecto al delinquir
Dios y Democracia hedonismo de pocos
miseria de todos
Dios y Democracia hedonismo de pocos
miseria de todos
Ramón Velaides Jaimes