martes, 30 de julio de 2013

SINDICALISMO: SINDICATOS PATRONALISTAS


RAMÓN VELAIDES 

SINDICATOS PATRONALISTAS

Razón tienen aquellos politólogos derechistas cuando afirman que a los sindicatos no los  acaban los gobernantes, sino que ellos mismos se acaban. Cuando Hugo Chávez llegó a la presidencia, una de sus expresiones fue: “Hay que acabar con la mafia sindical” refiriéndose al sindicato de PDVESA; al parecer el ex presidente Álvaro Uribe  expresó: “ El sindicalismo por si solo se acaba”; Los  dueños del capital y del poder afirman que los sindicatos son los que acaban con las empresas, expresión que muchos asalariados  inconscientes repiten mecánicamente; hoy con gran afrenta a la clase trabajadora existe el sindicato antioqueño, pero, no de trabajadores;  como si fuera poco, el nazismo hitleriano y el fascismo de Mussolini, confundieron a poderosos y débiles, a opresores y oprimidos en una sola masa, los primeros como depredadores de la gran mayoría que estos individuos disfrazados de dirigentes sindicales  vienen practicando en nuestra ciudad, no desde ahora, sino desde hace aproximadamente, algo más de diez años, el que denomino SINDICALISMO PATRONALISTA, que como hábiles demagogos, culebreros, oportunistas o como se les quiera llamar, juegan con los sentimientos y reivindicaciones salariales y profesionales de los trabajadores. Convirtiéndose en verdaderos gobiernistas, qué giro verdad, y cómplices creo que pasivos de la violación de los derechos fundamentales.

Falsos dirigentes que no diferencian entre la confianza y necesidades colectivas a la satisfacción individual o particular, importándoles un bledo la confianza pública depositada en ellos. Solo basta con recordar las últimas campañas o empresas politiqueras en la política tradicional, donde estos falsos dirigentes sindicales se confundían con candidatos tradicionales en un supuesto acuerdo programático, lógicamente dirigido hacia un único fin, como en el verso de los mosqueteros pero al revés, todos para uno.

Dirigentes que desconocen cualquier código de ética y moral sindical, que denigran  la verdadera filosofía sindical y la lucha de clase entre patronos y trabajadores, eliminando así derechos laborales y pauperizando a los trabajadores, es decir cercenando de tajo la dignidad de las personas. Y no es para vivir de desesperanzas pero es bueno rememorar que varios de nuestros dirigentes sindicales actuales y su luminosa estela, se empeñaron en la tarea de adelantarse a la privatización del  régimen de seguridad social o ley 100 cuando pasaron en ese entonces escuela por escuela, colegio por colegio promocionando una de las actuales EPS que nos prestan los servicios.

Basta esperar que no se cumpla el adagio: “No hay peor verdugo que aquel que combatió al mal gobernante se haga su cómplice”, porque en cuanto hace referencia a la base, ya se cumplieron  aquellos que expresaban las abuelas: “Vinieron por lana y salieron trasquilados” “o el tiro le salió por la culata”.
Solo el tiempo dará la razón y cuando el nuevo secretario de educación deba firmar los actos administrativos de: reubicaciones, fusiones expresado por el alcalde, no cumplimiento de pago de deudas pendientes, nombramiento de personal administrativo, reparaciones locativas, pago de salarios y se firme el acto administrativo de luz verde a los mega colegios o privatización de la educación y aún sobren más docentes a los que hay que trasladar; nos demos por bien o mal servidos, posiblemente en el ocaso del sindicalismo y la bandera de la defensa de la educación pública caiga sin vergüenza alguna, culpa de los falsos dirigentes que como parásitos nos aprovecharon y fulminantemente  nos aniquilaron. Ud. Y solo Ud., decide. No hay que olvidar que vivimos en un estado social de derecho que garantiza el cumplimiento de nuestros Derechos Fundamentales, que no se deben mendigar sino exigir.

Ramón Velaides Jaimes
Enero 12 de 2012