Anarquia sindical en ASINORT
Los escritos de Velaides
Desde la concepción de estado, el
término anarquía en sus varias acepciones, merecen mencionarse: en primer
lugar aquella que hace referencia a una situación de ORDEN, DE ORGANIZACIÓN
POLITICA, es decir ceñida a la práctica del equilibrio social y en segundo
lugar referirse a una situación de CAOS DE DESORDEN DE DESORGANIZACION
POLITICA producida tras el colapso de una línea de comportamiento, es
decir, a la satisfacción particular.
La idea común de los anarquistas es
considerar que el estado es innecesario y también directamente perjudicial en
la medida que atenta contra las libertades de los individuos.
En el caso de ASINORT, al reventarse el
marcador de siete a cuatro y aunque paradójicamente hagan creer que son un solo
equipo en la búsqueda de las reivindicaciones salariales, y profesionales de
los educadores, parece ser que el anarco-sindicalismo conduce al gremio a la otra
orilla, al caos; en una mezcla amorfa no consentida entre sindicato y
administración en detrimento mediato del primero y por ende de sus asociados,
es decir, de la sustancia pecuniaria, de la naturaleza y de la razón de ser del
gremio. Solo basta esperar que esta decisión no nos haga sucumbir en una
incertidumbre más y nos induzca a otro posible aliena-miento político; que no
nos permite identificar y ni exigir dignamente nuestros derechos.
Para fortuna del gremio, existe el cargo
que representa la veeduría social, el interés común, como es de la fiscalía,
que se ratifica y no queda expuesto al turno de hacer girar la ruleta y esperar
su parada en la casilla humanamente predestinada.
La idea común de los anarquistas en
considerar que el estado es innecesario…, puede reflejarse en el gremio en la
medida que desvíen su política, es decir, que los sindicatos en su connotación
primaria deben reivindicarse la defensa de los derechos laborales de los
trabajadores, haciendo oposición a los abusos y desconocimiento de estos por la
administración y empresarios particulares. También deben asumir la defensa de
los derechos fundamentales constitucionalmente consagrados al costo que fuere,
erradicando el lobby individualista. Este presupuesto se fundamenta en el artículo
39 de nuestra constitución “Los trabajadores y empleadores tienen derecho a
constituir sindicatos o asociaciones sin intervención del estado”
Pero retomando la idea anarquista en el
sentido de que el estado es innecesario, definición que por extensión se le
puede endilgar a los sindicatos en la medida que pierdan su naturaleza de ser;
y aclaro, siendo necesarios los
sindicatos serían prescindibles en el supuesto pre concepcionista de la
individualidad, dejando a la deriva en sus aspiraciones reivindicatorias a
quienes sufragan sus costos.
Los dirigentes deben evitar la mutación
de un híbrido sindical raro que produzca la idea de que los sindicatos también
son innecesarios y en la práctica se genere una pandemia migratoria de forma
voluntaria. Convirtiéndose en el mayor de los triunfos o lobby de la
depredadora élite dominante o rezago criollo, haciendo del concepto democracia
el poder del más fuerte, del más amañado, del eterno y único poseedor del
conocimiento, decapitando a los demás.
Rvelaidesj