sábado, 16 de enero de 2016


Anarquia sindical en ASINORT 
Los escritos de Velaides

Desde la concepción de estado, el término anarquía en sus varias acepciones, merecen mencionarse: en  primer lugar aquella que hace referencia a una situación de ORDEN, DE ORGANIZACIÓN POLITICA, es decir ceñida a la práctica del equilibrio social y en segundo lugar referirse a una situación de CAOS DE DESORDEN DE DESORGANIZACION  POLITICA producida tras el colapso de una línea de comportamiento, es decir, a la satisfacción particular.
La idea común de los anarquistas es considerar que el estado es innecesario y también directamente perjudicial en la medida que atenta contra las libertades de los individuos. 
En el caso de ASINORT, al reventarse el marcador de siete a cuatro y aunque paradójicamente hagan creer que son un solo equipo en la búsqueda de las reivindicaciones salariales, y profesionales de los educadores, parece ser que el anarco-sindicalismo conduce al gremio a la otra orilla, al caos; en una mezcla amorfa no consentida entre sindicato y administración en detrimento mediato del primero y por ende de sus asociados, es decir, de la sustancia pecuniaria, de la naturaleza y de la razón de ser del gremio. Solo basta esperar que esta decisión no nos haga sucumbir en una incertidumbre más y nos induzca a otro posible aliena-miento político; que no nos permite identificar y ni exigir dignamente nuestros derechos.
Para fortuna del gremio, existe el cargo que representa la veeduría social, el interés común, como es de la fiscalía, que se ratifica y no queda expuesto al turno de hacer girar la ruleta y esperar su parada en la  casilla humanamente predestinada.  
La idea común de los anarquistas en considerar que el estado es innecesario…, puede reflejarse en el gremio en la medida que desvíen su política, es decir, que los sindicatos en su connotación primaria deben reivindicarse  la defensa de los derechos laborales de los trabajadores, haciendo oposición a los abusos y desconocimiento de estos por la administración y empresarios particulares. También deben asumir la defensa de los derechos fundamentales constitucionalmente consagrados al costo que fuere, erradicando el lobby individualista. Este presupuesto se fundamenta en el artículo 39 de nuestra constitución “Los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones sin intervención del estado”
Pero retomando la idea anarquista en el sentido de que el estado es innecesario, definición que por extensión se le puede endilgar a los sindicatos en la medida que pierdan su naturaleza de ser;  y aclaro, siendo necesarios los sindicatos serían prescindibles en el supuesto pre concepcionista de la individualidad, dejando a la deriva en sus aspiraciones reivindicatorias a quienes sufragan sus costos.
Los dirigentes deben evitar la mutación de un híbrido sindical raro que produzca la idea de que los sindicatos también son innecesarios y en la práctica se genere una pandemia migratoria de forma voluntaria. Convirtiéndose en el mayor de los triunfos o lobby de la depredadora élite dominante o rezago criollo, haciendo del concepto democracia el poder del más fuerte, del más amañado, del eterno y único poseedor del conocimiento, decapitando a los demás.    

Rvelaidesj