CULTURA CIUDADANA
El término cultura proviene
del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que
significa cuidado del campo o del ganado. Etimológicamente el término moderno
"cultura" en varias lenguas europeas, está basada en el término
latino utilizado por Cicerón en su Tusculanae Disputationes, quien
escribió acerca de una cultivación del alma o "cultura anime",
para entonces utilizando una metáfora agrícola para describir el desarrollo de
un alma filosófica, que fue comprendida teleológicamente como uno de los
ideales más altos posibles para el desarrollo humano. Muchos escritores
"se refieren a todas las formas en la que los humanos comienzan a superar
su barbarismo original y, a través de artificios, se vuelven completamente
humanos".
Para Jean Jacques Rousseau la
cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos, que los coloca en una
posición diferente a la del resto de animales.
De otro lado el término
ciudadano es el nombre dado al hombre que por haber nacido o residir en una ciudad
es miembro de la comunidad organizada que le reconoce la cualidad para ser
titular de los derechos y deberes, propios de la ciudadanía, quedando obligado,
como ciudadano, a hacer que se cumplan.
La ciudadanía es la expresión
de pertenencia que una persona tiene hacia una sociedad determinada en la que
participan. En la tradición occidental “el ciudadano es un conjunto de
atributos legales y a la vez un miembro de la comunidad política” Ser
ciudadano es tener desarrollado el sentido de identidad y pertenencia en el
lugar donde se interactúa socialmente, en el hábitat donde se desenvuelven los
individuos con responsabilidad, derechos y obligaciones. Es decir, es «una persona que co- existe en una sociedad».
Sin apartarnos de las
consideraciones anteriores, todos, desde la primera autoridad hasta la o el más
humilde de las ciudadanas y ciudadanos estamos de una u otra forma obligados a
trascender humanamente, es decir, a cultivar una cultura ciudadana para no
incurrir en la autodestrucción como enfermos de toxoplasmosis, eliminando de
nuestro cerebro comportamientos bárbaros e ignaros. Por tal corresponde
practicar las expresiones “no hagas a otro, lo que no quieras que te hagan a
ti” y “para encontrar mis derechos no necesito ir muy lejos, cumplo con mis
deberes”. Fundamentos descritos en las normas como base para la protección del
derecho a la vida y la integridad personal, la convivencia y el desarrollo
humano.
Para no ir tan lejos a manera
de ejemplo es bueno reflexionar la inobservancia de las normas de tránsito:
1 Por las autoridades en su omisión en el mantenimiento de semáforos y no ver cuando motorizados circulan por vías peatonales como en la avenida cero.
2. Por los conductores al pasarse intencionalmente en rojo y estacionarse en los cruces de las calles y avenidas.
3 Por los peatones que como cabras desbocadas no saben ni de cebras ni de colores.
1 Por las autoridades en su omisión en el mantenimiento de semáforos y no ver cuando motorizados circulan por vías peatonales como en la avenida cero.
2. Por los conductores al pasarse intencionalmente en rojo y estacionarse en los cruces de las calles y avenidas.
3 Por los peatones que como cabras desbocadas no saben ni de cebras ni de colores.
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